El complejo Torremolinos proyectado en La Colina quedará en la nada

El surf es tal vez el deporte en auge en España, pese a que con el verano se suelen ir los aficionados de momento, son cada vez más las clases de surf, las escuelas de surf y al cabo, las tiendas que se dedican a vender los productos más importantes de un deporte que sumó adeptos a partir de diferentes apuestas que se hicieron en las Comunidades Autónomas. 

Sin embarg, en la última semana se dio una noticia que parece no ayudar a que esto se siga propagando, ya que el Ayuntamiento de Torremolinos ha dado por resuelto el contrato de concesión de obra pública para la construcción y explotación del complejo turístico y club acuático proyectado en La Colina. 

Este complejo, que se le había puesto el rótulo de ser un centro acuático pionero en España para la práctica del surf sobre olas artificiales, hoy está más que lejano, ya que la empresa adjudicataria que había ganado la licitación remitió un escrito al Consistorio en el que expresaba su voluntad de renunciar a la concesión. 

Esta misma había sido otorgada en abril de 2009 por un periodo de 30 años ante la imposibilidad de acometer un proyecto cuya inversión era cercana a los 2,5 millones de euros. Ahora,  el Ayuntamiento  aprovechará estos terreno, que suman más de 12.000 metros cuadrados, para ponerlos a disposición de la Junta de Andalucía, en dónde se desarrollará un nuevo instituto en la zona comprendida entre Playamar, Costa Lago y Los Álamos. 

El motivo por el cual la empresa adjudicataria desidió dar marcha atrás no podría ser otro que el financiero, ya que en el escrito, la sociedad alegó dificultades económicas para afrontar el proyecto debido al cierre del crédito por parte de las entidades bancarias. 

Aún así, todavía quedan muchas cosas por resolver, puesto que el Ayuntamiento había puesto una suma superior a los cien mil euros para la aprobación de diferentes planos e impuestos a escribanías y accesos de construcción. Ahora, la empresa se niega a pagarlos y la entidad municipal exige lo que le corresponde. En el medio, claro, el surf, que esta vez fue tumbado por la ola económica. 

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