jueves, 25 de agosto de 2011

En sus horas de ocio disfrute a mejor fruta. ¿Como? Al comprar naranjas valencianas que le devuelven el sabor de la mejor fruta

Ray Bradbury acaba de cumplir noventa y un años. ¡Feliz cumple, Ray! Y ese motivo es mas que suficiente para comenzar a leer, para descubrir, para releer a uno de los grandes escritores de este y todo los tiempos, a un escritor que lleva, desde hace demasiados años, el rotulo "ciencia ficcion" en su obra cuando, mas alla de la ciencia ficcion y la fantasia misma, Bradbury cultivo todos los generos, desde el realismo hasta el policial, pasando por los cuentos romanticos y, ¡no se sorprenda lector!, la arquitectura.

Lo cierto, lo real, es que Bradbury es un hombre cuyo horizonte no se pierde, como creen los que de nada se enteran, en la ciencia ficcion, en el futuro, sino que es un escritor que prefiere, en sus mejores obras, mirar hacia el pasado, hacia ese pasado en su rural Illinois, donde era un niño que jugaba en compañia de sus amigos sin temer al mal que hoy nos rodea por todos lados, como una niebla espesa e impenetrable que nos asfixia con su olor, con su mal olor.

Como niños que fuimos, nosotros sabemos de lo que habla el buen Bradbury porque vivimos, como él, una niñez maravillosa donde la principal arma de conquista, donde el principal juguete que teniamos era nuestra imaginacion, una imaginacion que nos permitia correr y divertirnos por nuestro barrio durante horas antes de sentarnos a descansar bajo la planta de naranjas de nuestros abuelos mientras comiamos su maravillosa, fresca y tan sabrosa fruta.

Hoy, a diferencia de nosotros, los niños no saben lo que es un el sabor de una verdadera naranja porque no las han probado. Por supuesto, existen mercados, mercados que tienen naranjas, naranjas que parecen brillantes y ricas pero, al probarlas, lo que descubre el consumidor es que saben... a nada.

La razon esta en la gran cantidad de productos quimicos que le ponen las empresas para hacerlas mas vistosas pero no mejores. Por esa razon, los jovenes agricultores de naranjas de Valencia decidieron permitirle a la gente comprar naranjas valencianas, tan grandes y dulces que son el sueño prohibido de todo niño; naranjas de Valencia similares a las narradas por Bradbury solo que aquellas existian en el papel y estas en la realidad, disfrutable y mordible realidad.

Si usted desea comprar naranjas valencianas verdaderas, grandes y jugosas solo ingrese al sitio web de estos jovenes agricultores. Podemos asegurarle que no se arrepentira al hacerlo

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